Un secreto

Un secreto. Ellas tenían tenían un secreto. Ella también lo sabía pero no se lo habían contando las otras. Ella lo sabía porque era la protagonista del secreto.
Ellas en el patio del colegio susurraban, murmuraban a su espalda. En clase arrancaban trozos de hojas de la libreta de cuadros y se enviaban notitas. Si las descubría esbozaban una gran sonrisa o reían abiertamente mirándose con complicidad.
Ella, sentada en el escalón del patio del colegio con su vestido de tirantes, soportaba el calor del mes de junio mientras veía a las otras conspirar a lo lejos con sus muñecas en las manos.
Isabel la más alta, la más rubia, la más guapa miraba atenta a las otras abrazada a su muñeca de trapo. Lola, la más morena también escuchaba y Ana hablaba y hablaba.
Seguro que les estaba contando la verdad. Ana conocía el secreto porque también ella también era protagonista de esta historia. Con su rebeca de punto y su faldita corta, arrastrando un carrito de muñecas, Ana sonreía apartándose el pelo de los ojos. Sus miradas se cruzaron un momento, fugazmente y ella supo que podía estar tranquila porque Ana no había contado el secreto. Todavía.