Y esperó...

lunes, 10 de noviembre de 2008


5, 10, 15,20 minutos...1,2,3,4,5 horas. Había perdido la noción del tiempo que llevaba esperándole a él. ¿Cuántas horas podía pasar una persona con la mirada perdida, sin ni siquiera saber quién era?
Pues allí estaba ella absorta en sus pensamientos, preguntándose por qué mientras observaba su cama. Aquella cama en la que tantas veces se había entregado al amor, en la que tantas veces había susurrado un te quiero a oídos de su amante, su amigo, su pareja...
Ella, tachada de mujer liberal, independiente y moderna por sus conocidos, jamás había pensando en casarse. Estaba bien como estaba se decía, no le faltaba nada y no creía que en este mundo existiera nada eterno, por lo tanto no había por qué atarse a nada. Pero entonces entro él en su vida y le convenció de lo contrario, le prometió el sol y las estrellas.
¿Cómo pudo dejarse llevar por aquello que llamaban amor? El amor no es racional...y ella necesitaba serlo. Se culpaba una y otra vez de haber hecho caso a aquella frase "hay razones que la razón no entiende" y haber aceptado un compromiso de por vida...y ahora allí estaba, sentada ante una cama.

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